miércoles, 13 de abril de 2016
Menudo panorama...
Todos miran a todos, todos hablan de que se "están dejando la piel",... ¡¡¡¡Qué ridiculez más grande!!!! ¿Dejarse la piel? ¿A qué se refieren? A reunirse en un despacho calentito con un café con pastitas a las que invitamos todos?
Por Dios, déjense ya de bobadas.
Dejarse la piel es levantarse a las seis de la mañana para conducir un traíler durante 10 horas por esas carreteras de Dios.
Dejarse la piel es levantarse a las cuatro de la mañana para acudir al mercado donde comprar el género con el que poner tu puesto y estar en él hasta que vendas todo el pescado.
Dejarse la piel es levantarse por la mañana después de una mala noche y arrastrar de tu cuerpo y del de los niños para que lleguen al colegio y para que a su vuelta haya comida caliente en la mesa y después ayudarle en sus tareas.
Dejarse la piel es atender una consulta con un paciente cada cinco minutos y con una sala de espera llena, para después hacer otros avisos domiciliarios.
Dejarse la piel es hacer el reparto de sacos de cincuenta kilos de harina para mantener un puesto de trabajo más que precario y sin horario.
Dejarse la piel es llegar al instituto para poner una sonrisa durante seis horas y media en la que atiendes a casi 200 alumnos, para luego seguir preparando y corrigiendo por la tarde
Dejarse la piel es estar preparando unas oposiciones que casi seguro no sacarás invirtiendo diez horas diarias durante meses y meses, cuando no durante años.
Dejarse la piel es hacer tres o cuatro o cinco horas de tareas en casa después de haber asistido a seis horas y media de clase por la mañana.
Dejarse la piel es poner 200 cafés con sus desayunos en una sola mañana.
Por favor, señores político, no se rían más de nosotros, no empleen más eso que en su boca queda tan ridículo como es el "nos estamos dejando la piel".
Por Dios, déjense ya de bobadas.
Dejarse la piel es levantarse a las seis de la mañana para conducir un traíler durante 10 horas por esas carreteras de Dios.
Dejarse la piel es levantarse a las cuatro de la mañana para acudir al mercado donde comprar el género con el que poner tu puesto y estar en él hasta que vendas todo el pescado.
Dejarse la piel es levantarse por la mañana después de una mala noche y arrastrar de tu cuerpo y del de los niños para que lleguen al colegio y para que a su vuelta haya comida caliente en la mesa y después ayudarle en sus tareas.
Dejarse la piel es atender una consulta con un paciente cada cinco minutos y con una sala de espera llena, para después hacer otros avisos domiciliarios.
Dejarse la piel es hacer el reparto de sacos de cincuenta kilos de harina para mantener un puesto de trabajo más que precario y sin horario.
Dejarse la piel es llegar al instituto para poner una sonrisa durante seis horas y media en la que atiendes a casi 200 alumnos, para luego seguir preparando y corrigiendo por la tarde
Dejarse la piel es estar preparando unas oposiciones que casi seguro no sacarás invirtiendo diez horas diarias durante meses y meses, cuando no durante años.
Dejarse la piel es hacer tres o cuatro o cinco horas de tareas en casa después de haber asistido a seis horas y media de clase por la mañana.
Dejarse la piel es poner 200 cafés con sus desayunos en una sola mañana.
Por favor, señores político, no se rían más de nosotros, no empleen más eso que en su boca queda tan ridículo como es el "nos estamos dejando la piel".
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