Historia del Arte. Pantócrator, Cosmócrator y Maiestas Domini... Juguemos al "busca las tres diferencias"...

 Pantócrator. Imagen de Cristo como Señor todopoderoso, habitualmente entronizado con su mano derecha en actitud de bendecir y la izquierda sujetando las escrituras o los evangelios, que, además pueden estar cerrados o abiertos. Es el Cristo del Juicio Final: si el libro está cerrado significa que el Juicio aún no ha empezado y si está abierto es que ya ha tenido lugar. La figura de Cristo se inscribe dentro de una mandorla (deriva de esa misma palabra que en italiano significa "almendra"). La mandorla no deja de ser una estilización del círculo, símbolo de lo celestial, y, en cualquier caso, sirve para separar al Cristo de cualquier referencia terrena o temporal.

Es un Cristo de aspecto inmisericorde: el juicio tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia" (St. 2, 13). Es una representación que se corresponde con esa primera parte de ese versículo de la Epístola de Santiago, y obvia su conclusión; pero la misericordia se siente superior al juicio.

Es una representación típica del arte bizantino y que verá continuidad en el románico.

Cristo Pantócrator del ábside de la iglesia de San Clemente de Tahúll.

Cosmócrator. Imagen de Cristo entronizado sobre el Cosmos, representado a modo de esfera. Bajo la denominación de Cosmócrator también encontramos la representación de Dios Padre con un compás sobre el mundo. El Cosmócrator es, en definitiva, la representación de Dios (Hijo o Padre) como Señor del Universo, como Creador, de ahí que se sitúe sobre el propio cosmos (en clara señal de dominio) o diseñándolo con el compás.

Cristo Cosmócrator del ábside de la iglesia de San Vital de Rávena.

Representación de Dios Padre Cosmócrator, miniatura de la Biblia de San Luis de la Catedral de Toledo

Maiestas Domini. Literalmente, se trata de un Cristo en Majestad, o sea, un Cristo triunfante. Puede utilizarse sin problemas como sinónimo de Pantócrator, aunque, si se quiere, puede precisarse que el Maiestas Domini combina todos los atributos del Pantócrator con una representación más o menos esquemáticas del cosmos a sus pies. Se entendería como el Cristo triunfante del final de los tiempos. Es por esto que, el que conocemos como Pantócrator de San Clemente de Tahúll también respondería al concepto de Maiestas Domini.