En España, el proceso de mecanización se dio pero, tal como ocurrió con la población, el proceso va a ser más corto que en los países punteros de la industrialización. Este menor desarrollo de la mecanización tiene su origen en algunos problemas que le son propios.
En primer lugar nos encontramos con el problema de la propiedad. La propiedad de la tierra estaba concentrada en pocas manos y la consecuencia inmediata de esto era la baja productividad. Los liberales intentarán subsanar esta dificultad mediante dos desamortizaciones: la de Mendizábal (1836) y la de Madoz (1855). Se expropiaron las tierras pero la propiedad de las mismas recayó, no en el campesinado de base, sino en los campesinos acomodados y en la burguesía. Así, continuó existiendo una abundantísima mano de obra jornalera muy barata, por culpa de la cual los propietarios no vieron la necesidad de mecanizar sus producciones.
En segundo lugar, en España no existía la propiedad de tamaño medio. El tamaño de las propiedades también fue un obstáculo para la mecanización. En el caso de los latifundios, porque basaban sus beneficios en el enorme tamaño de la propiedad y, por eso, no necesitaban mecanizarse. En el caso de los minifundios, porque no resultaba rentable la inversión en maquinaria.
La producción agrícola se basaba en el cereal. Finalmente, el cereal español no podía competir en precios con el europeo por lo que se hizo necesaria una política proteccionista. Pero dicha política supuso el que los propietarios españoles no se vieran presionados para modernizar sus cultivos.
1 comentario:
interesante.Gracias
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