Tipos de colonización.

En el establecimiento de imperios coloniales, las potencias europeas vieron la solución a los graves problemas que se les planteaban tras la segunda fase de la industrialización (colocación de la creciente producción y de los nuevos capitales, y colocación del excedente poblacional). Pero el ímpetu de las naciones europeas por colonizar nuevas tierras tuvo algunos efectos colaterales independientes de lo meramente económico, tal cual fue, por ejemplo, la exploración de nuevas tierras.
La colonización no se llevó a cabo del mismo modo en todos los territorios, antes bien existieron diferencias en los patrones económicos y político. En unas colonias, primó, por encima de todo la explotación pura y dura, apoyada por una absoluta dependencia de la metrópoli. Otras, sin embargo, fueron destino preferente para la colocación de la población de la metrópoli, y gozaron de una cierta autonomía política. Por último, existieron protectorados, que tuvieron una aparente independencia política. En ellos, existía un gobierno local, pero era pura apariencia: las funciones más importantes se las reservaba el gobierno paralelo de la metrópoli.