HOY HEMOS HECHO:
-Recordatorio 1: Qué hay que tener en el archivador.
1º. Instrucciones de la asignatura.
2º. Hoja de calificaciones.
3º. Hoja de ortografía.
4º. Nota objetivo: qué quiero hacer al terminar Bachillerato, qué nota necesito, qué nota aspiro a sacar en cada asignatura en este curso.
5º. Reflexión personal general sobre mí: qué no me gusta (incluso odio), qué cambiaría de mí, de mi entorno...
6º. Reflexión personal sobre mi "yo estudiante": qué dificultades tengo, qué creo que debo cambiar, qué debo hacer.
7º. Fotocopias del tema 1.
8º. Actividades del apartado 1: esquema.
-Asuntos y reflexiones varios. No estaría de más que te tomaras cinco minutos para leer estas líneas y otro tiempo para darle una vueltecita. ¿Qué tienes que decir tú a todo esto?:
*El Bachillerato: ese curso de seis trimestres... Y el primero YA empezó hace un mes.
*La importancia de comenzar bien (por delante del objetivo): sobre todo teniendo en cuenta que de los seis trimestres el más sencillo es éste que ya lleva un mes: el primer trimestre es el más sencillo.
*Qué tengo que hacer (a colación de la reflexión sobre mi "yo estudiante"): enfrentarme sin miedo a mí mismo y pensar cuáles son las dificultades que tengo y NO QUEDARME AHÍ sino plantearme dos cosas más que son MUY importantes: cómo las voy a resolver y cuándo. En cualquier caso la respuesta es HOY.
*"¿Cómo voy en el curso?" La respuesta no está en junio sino en hoy. Dime cómo te ha ido hoy a las ocho, en la clase de las nueve, en la de las diez... y tú mismo sabes cómo vas. Si hoy te ha ido mal, a día de hoy estás suspenso. Esto no es una amenaza ni es estrés: sencillamente es la verdad.
*Dicho esto hay una BUENA NOTICIA: aunque el curso empezó hace un mes, todavía estamos a 9 de octubre: POR LO TANTO, POR SUPUESTO QUE ESTAMOS A TIEMPO. Pero, ojo, hoy se está más a tiempo que mañana.
*Por eso, localiza qué es lo que no te va bien y no te quedes ahí. Piensa que puedes hacer HOY (no mañana): porque se trata de saber cómo resolver el problema y CUÁNDO.
*A cada uno lo precede su fama (ganada siempre a pulso: tanto el que tiene buena fama -se la ganó con esfuerzo durante mucho tiempo- como el que tiene mala fama -se la ganó igualmente, aunque sin esfuerzo, durante mucho tiempo-). Cada uno sabe perfectamente qué es lo que los demás piensan de él. Atento: cambiar eso es POSIBLE, pero lleva TIEMPO. Debes ser constante. ¿Te atreverás a intentarlo?
*Sinceramente creo que cuando alguno me dice eso de "este año voy a cambiar" o aquello de "de verdad que lo voy a intentar", yo lo creo. Creo que me está diciendo la verdad. Pero a la vez creo que son palabras muchas veces con poco recorrido: la verdad es que pienso en lo débil que es la voluntad de más de uno y que esa voluntad se esfuma a las dos y media al atravesar la puerta del instituto camino de su casa...
*Aún así, creo que SÍ ES POSIBLE, pero requiere "sangre, sudor, ESFUERZO y lágrimas". La voluntad puede cambiar, está en tu mano TRABAJARLA y ser CONSTANTE. ¿Crees que merece la pena el esfuerzo de cambiar? Yo sí que lo creo. Pero no basta con que yo lo crea: lo importante es que lo creas TÚ.
*Me niego a hacer coaching: eso de largaros la charlita de motivación para que todo el mundo se venga arriba... Bueno, se venga arriba con la misma rapidez con que todo se desinfla. Esto no es un camino fácil. ¡¡¡No!!! Los hábitos de no trabajar, de no currar, de no tener una atención sostenida, de no dar importancia a las cosas.... Esos hábitos que se han dejado crecer durante años y años, no pueden erradicarse de la noche a la mañana. Eso, sencillamente, no es verdad. Ahora bien, SÍ que pueden cambiarse con ESFUERZO y CONSTANCIA. ¿Le echarás güevos o te limitarás a decir "lo intentaré"? Ya sabes de sobra en qué quedan los intentaré. Palabra tan bella como inútil.
*No lo intentes: HAZLO.
*Tienes un triple problema: tú, los compañeros y tus jefes. El primero es convencerte a ti mismo de que lo vas a hacer (y no "lo vas intentar"). El segundo es convencer a los compañeros de que vas a empezar a hacer las cosas distintas y no cómo están acostumbrados a verte. El tercero es convencer a los jefes de que estás dispuesto a todo. Para esto solo hay un camino: desde ya, sin excepciones y con toda constancia. Haciendo todo siempre y lo mejor que sepas.
Riad: espero tu wasap a las tres y media. PERO... ¿la verdad? La verdad es que espero el mismo wasap de otros muchos... Y cada uno sabe de sobra si estoy esperando su wasap junto con el de Riad. ¿Te atreverás a hacerlo? ¿Te atreverás a cambiar o te conformarás solo con "intentarlo"?
-Recogida de algunos papeles: algún enterado de los padres (última hoja de las instrucciones firmadas) y algún escrito personal más.
-Explicó cómo vamos a probar para corregir los subrayados (con el escaneo del libro proyectado).
TAREAS:
1. Ten completo tu archivador (mira arriba qué es lo que tienes que tener ya en el archivador)
2. De tareas tienes que tener: el subrayado y esquema del apartado 1.
3. De escritos y/o reflexiones: tu reflexión general sobre lo que "no te gusta" (o te hace sufrir) y sobre tus dificultades como estudiante (o qué crees que debes corregir o mejorar).
4. Las fotocopias del tema 1.
PRÓXIMO DÍA:
1. Recogida de los "enterados" firmados por los padres.
2. Recogida de los escritos personales (tanto de los que quieran entregar la reflexión personal, como el de las dificultades de mi "yo estudiante").
3. Revisión del subrayado. Y de las anotaciones por párrafo.
4. Revisión del esquema del apartado 1.
5. Explicación del apartado 1.
Texto para el análisis (ya se indicará qué hay que hacer con él).
“Nuestra familia no cesaba de aumentar y la cuna estaba constantemente ocupada, aunque, ¡ay¡, la mano estranguladora de la muerte nos había arrancado de ella a alguno de sus pequeños ocupantes. Hubo tiempos, tengo que confesarlo, en que me parecía cruel llevar hijos en el vientre para perderlos luego y tener que enterrar amor y esperanzas en sus pequeñas tumbas (...). La mayor de mis hijas, Cristina Sofía, no vivió mas que hasta la edad de tres años, y también mi segundo hijo, Christian Gottlieb, murió a la más tierna edad. Ernesto Andrés no vivió más que unos pocos días más, y la niña que le siguió, Regina Juana, tampoco había llegado a su quinto cumpleaños cuando dejó este mundo. Cristina Benedicta, que vio la luz un día después que el del Niño de Belén, no pudo resistir el crudo invierno y nos dejó antes de que el nuevo año llegase a su cuarto día (...) Cristina Dorotea no vivió más que un año y un verano, y Juan Augusto no vio la luz más que durante tres días. Así perdimos siete de nuestros trece hijos, (...) bondadosas mujeres de la vecindad trataban de consolarme diciéndome que el destino de todas las madres es traer hijos a este mundo para perderlos luego, y que podía considerarme feliz si llegaba a criar la mitad de los que hubiese dado a luz.”
La pequeña crónica de Ana Magdalena Bach.
El libro es un texto anónimo del siglo XIX, que simula ser escrito por la segunda esposa de J.S. Bach
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