HOY HEMOS HECHO:
-Revisión del resumen de la clase anterior.
-Repaso de lo que entra en el examen: lo que entra del libro de texto, los apuntes sobre los inicios de la Revolución Industrial en Inglaterra (los apuntes están en la web), y los conceptos de "cártel, trust, holding y monopolio" que los tenéis en el power point (también está en la web en formato pdf).
-Repaso del esquema del tema en tres partes.
-Repaso de la primera parte del tema: primera fase de la Revolución Industrial.-
TAREAS:
-Solo imprimir los textos que te dejo aquí a continuación.
PRÓXIMO DÍA:
-Repaso de la segunda y tercera parte del tema.
-Análisis de textos.
TEXTOS PARA COMENTAR.
TEXTO nº 1
LOS CERCAMIENTOS DE TIERRAS Y SUS CONSECUENCIAS
La agricultura tradicional implicaba que los campesinos cultivaban varias “tiras” en diferentes campos. Cultivos de trigo y cebada eran sembrados en rotación anual con la tierra dejada en barbecho cada tres años para su recuperación. Los campesinos compartían tras la cosecha las tierras en común y tenían derecho a extraer turba, madera, forraje y a dejar pastar a sus animales. El sistema era ineficiente. La tierra en barbecho y la siembra a voleo suponían un despilfarro. La ausencia de cercas suponía la extensión del número de enfermedades. Las epidemias y la falta de forraje en invierno se traducían en una ganadería pobre. Las innovaciones se retrasaban porque cualquier cambio necesitaba de aprobación unánime.
Varios factores contribuyeron a la revolución agraria: las guerras contra los franceses (1793-1815) aceleraron la revolución al incrementar la demanda de alimentos, hizo subir los costes, los arriendos y los salarios y produjo escasez de mano de obra. La necesidad de ahorrar mano de obra condujo a numerosas patentes de sembradoras, cosechadoras, trilladoras (...)
El crecimiento de las ciudades llevó a la especialización de cultivos. Resultaba viable para un campesino concentrarse en exclusiva en la producción de leche o de carne de vaca para el suministro de toda una ciudad (...)
Leonora Ritter: Agricultural Changes.
TEXTO nº 2.
"Lord
Townshend, embajador inglés en Holanda y Secretario de Estado, abandonó su
carrera política en 1730 y se retiró a sus propiedades en Norfolk. Inspirándose
en los métodos que había visto practicar en los Países Bajos, drenó el suelo,
lo abonó con estiércol, inició los cultivos que se sucedían en rotaciones
regulares sin agotar nunca la tierra ni dejarla improductiva, sembró prados y
forrajes para el ganado. Algunos llamaban a este par de Inglaterra "Lord
Nabo". Al caballero del siglo XVII, que había sacado la espada en las
guerras civiles, le sucede el "Gentleman Farmer".
Mantoux. La revolución industrial en el
siglo XVIII.
TEXTO nº 3.
“Los vagones eran arrastrados
inicialmente por tiros de caballos y, posteriormente,
se les sumaron máquinas, pero esos motores eran
tan pesados y tan poco perfeccionados que apenas si
producían el vapor suficiente para proporcionar
una velocidad de 4 a 5 millas por hora. De haber sido
inevitable, semejante lentitud hubiese limitado de forma
considerable a la utilidad del ferrocarril. (...) Fue
en 1830, con la inauguración del tramo de ferrocarril
de Manchester a Liverpool, cuando se adaptaron por primera
vez las nuevas calderas a las locomotoras. Desde el
primer momento alcanzaron una velocidad que rebasaba
con creces todo lo que anteriormente había sido
considerado posible.
(...) A partir de ese momento, el servicio cobró
un auge maravilloso: ya no fueron utilizados únicamente
para el transporte de mercancías. El nuevo sistema
de propulsión duplicaba su utilidad, y la rapidez
del desplazamiento pronto atrajo un número de
viajeros que superaba considerablemente todos los cálculos
que se habían tratado de establecer acerca del
incremento probable que experimentaría el tráfico.”
Marc Seguin. De l’influence
des chemins de fer et de l’art de les tracer
et de les construire. 1839.
* Ingeniero e inventor
francés. Constructor del primer ferrocarril
francés (Saint-Étienne/Lyon).
TEXTO nº 4.
“La invención y el uso de la máquina
de cardar lana, que tiene como consecuencia reducir la
mano de obra de la forma más inquietante produce
(en los artesanos) el temor serio y justificado de convertirse,
ellos y sus familias, en una pesada carga para el Estado.
Constatan que una sola máquina, manejada por un
adulto y mantenida por cinco o seis niños realiza
tanto trabajo como treinta hombres trabajando a mano según
el método antiguo (...). La introducción
de dicha máquina tendrá como efecto casi
inmediato privar de sus medios de vida a gran parte de
los artesanos. Todos los negocios serán acaparados
por unos pocos empresarios poderosos y ricos (...). Las
máquinas cuyo uso los peticionarios lamentan se
multiplican rápidamente por todo el reino y hacen
sentir ya con crueldad sus efectos: muchos de nosotros
estamos ya sin trabajo y sin pan.”
Extraído del Diario de la Cámara
de los Comunes, 1794.
TEXTO nº 5.
"Trabajo en el pozo de Gawber. No es muy cansado,
pero trabajo sin luz y paso miedo. Voy a las cuatro y
a veces a las tres y media de la mañana, y salgo
a las cinco y media de la tarde. No me duermo nunca. A
veces canto cuando hay luz, pero no en la oscuridad, entonces
no me atrevo a cantar. No me gusta estar en el pozo. Estoy
medio dormida a veces cuando voy por la mañana.
Voy a escuela los domingos y aprendo a leer. (...) Me
enseñan a rezar (...) He oído hablar de
Jesucristo muchas veces. No sé por qué vino
a la tierra y no sé por qué murió,
pero sé que descansaba su cabeza sobre piedras.
Prefiero, de lejos, ir a la escuela que estar en la mina."
Declaraciones de la niña Sarah Gooder,
de ocho años de edad. Testimonio recogido por la
Comisión Ashley para el estudio de la situación
en las minas, 1842.
TEXTO nº 6.
“Hoy, todas nuestras operaciones
se inspiran en estos dos principios: ningún hombre
debe tener que hacer más de una cosa; siempre
que sea posible, ningún hombre debe tener que
pararse (...). El resultado neto de la aplicación
de estos principios es reducir en el obrero la necesidad
de pensar y reducir sus movimientos al mínimo
(...). El hombre no debe tener un segundo menos de lo
que necesita, ni un segundo más (...). El hombre
que coloca una pieza no la fija: la pieza no puede estar
completamente fijada hasta que no intervengan más
obreros. El hombre que coloca un perno no coloca la
tuerca. El hombre que coloca la tuerca no la atornilla”.
H. Ford, Mi vida y mi obra, 1925.
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