4ºB y 4ºC. Sobre el estudio

Ya terminamos el repaso de la Edad Media y nos adentraremos en el repaso de la Edad Moderna, que será breve. Está próximo el trabajo con el libro de texto.
Trabajar con la mayoría de vosotros desde primero de la ESO es para mí una gran responsabilidad. Si nos ceñimos a lo académico soy quien ha compartido con vosotros un mayor número de horas de clase.
Este año concluye una etapa y está próxima la siguiente: el Bachillerato. En este curso, la nota que saques da igual: al final tendrás un título de Educación Secundaria Obligatoria. Ya está.
Pero, lo que de ningún modo da igual son las herramientas que consigas llevar en tu mochila para afrontar esa nueva etapa. 

Al final, a un profesor de Bachillerato le da igual la nota que un alumno obtuvo en la ESO. Es más, a un alumno, también.

Quizás tres son las herramientas que resultan imprescindibles: capacidad de trabajo, comprensión y capacidad de expresarse. Todo lo demás puede adquirirse, pero esas tres habilidades... Ay, esas tres habilidades... Esas no se improvisan.

Por eso, voy a promocionar en vosotros un cambio en la forma de estudiar. Consistente en:
1. Fotocopiar el libro de texto, lo que te permitirá trabajar sobre el texto.
2. Subrayar el libro. ¿Cuánto se subraya? Como mucho, la mitad de las palabras de cada párrafo. Para ello, no puedes ni subrayar a la vez que lees, ni subrayar después de una primera lectura. No. Antes tendrás que leer varias veces hasta concluir qué es más importante, qué hay que destacar y qué es secundario.
3. Poner título a cada párrafo. En el margen blanco que hay junto a cada párrafo tendrás que poner su título, es decir, una palabra o dos o... pocas que expresen el corazón de ese párrafo. Es como cuando se hacía el esquema, pero, en este caso, haciéndolo en el mismo libro.

Algunos estudiáis con esquemas y esto tiene ventajas e inconvenientes: la ventaja es el orden; el inconveniente que, al abandonar el texto,  pierdes información para desarrollar el esquema.

Trabajar con el "texto trabajado" te permite trabajar con el esquema y el texto al mismo tiempo.

Además, incluso, en la parte superior de cada página hay espacio para que, en caso necesario, hagas un pequeño esquema global de la página; en la parte inferior, por ejemplo, realizar alguna explicación que a ti personalmente te resulte útil.

En fin, pasamos a otra forma de hacer las cosas. No nos quedemos resignados viendo pasar el tiempo. Seamos ambiciosos: intentemos cambiar lo que no funciona; intentemos mejorar lo que funciona.