En ese contexto aparecerá la figura de Benito Mussolini. Convertirá a sus ”fasci de combate” en Partido Nacional Fascista y a él recurrirán los sectores más conservadores, incluida la monarquía, para reprimir los movimientos obreros. Los ecos de la Revolución Rusa son cercanos y se teme que dichos movimientos puedan derivar en una revolución social. No mucho después, el mismo rey cederá a la presión de Mussolini nombrándolo jefe del gobierno italiano.
lunes, 11 de mayo de 2009
La Italia de Mussolini.
Italia será un país muy castigado por la Primera Guerra Mundial: sufrirá abundantes bajas humanas y un grave deterioro económico. El empobrecimiento resultante será caldo de cultivo para el descontento y la agitación social. La revolución social sobrevolará Italia durante los años que siguieron a la PGM y, como consecuencia, la inestabilidad política.
En ese contexto aparecerá la figura de Benito Mussolini. Convertirá a sus ”fasci de combate” en Partido Nacional Fascista y a él recurrirán los sectores más conservadores, incluida la monarquía, para reprimir los movimientos obreros. Los ecos de la Revolución Rusa son cercanos y se teme que dichos movimientos puedan derivar en una revolución social. No mucho después, el mismo rey cederá a la presión de Mussolini nombrándolo jefe del gobierno italiano.
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