Cronología: 500 a.C.-476 d.C.
Principales aportaciones: otro de los pilares de la cultura occidental, realizó una importante extensión cultural conocida como “romanización”. Nos legó el latín como lengua común a buena parte de las provincias del Imperio y la base de las leyes actuales, el Derecho Romano. Nos dejó también una nueva forma de gobierno: la república.
En un segundo momento, nos encontramos con un estado republicano. Se depondrá al rey y se instaurará una República, en cuyo Senado tendrán representación, ya no solo los patricios, sino también los plebeyos.
Más tarde, las luchas internas derivarán en una concentración de poder progresiva hasta concluir en el Imperio Romano, con la figura de Augusto allá por el año 27 a.C.
Roma llevará a cabo una política expansionista y colonizadora, estableciendo lo que llamaba “provincias” por toda la ribera del Mediterráneo.
La economía romana era una economía floreciente, basada en la agricultura y en un floreciente comercio entre las distintas provincias. Las continuas conquistas favorecían la acumulación de riquezas (apropiación de bienes, aumento de impuestos y mano de obra esclava). El Estado romano era sumamente fuerte y solvente.
Con la paralización de las conquistas, la economía romana se va resintiendo, el Estado deja de ser tan solvente, el ejército comienza a estar ocioso y a tomar parte activa en la política,… La disminución del protagonismo de las ciudades supone una vuelta al mundo rural en todo el Imperio. Todo ello sumado a la presión a las que en las fronteras se ve sometido por parte de los pueblos bárbaros, hará aumentar la inseguridad en el imperio.
La inseguridad, sin duda, será una de las causas de la desintegración del Imperio. En primer lugar, tendrá lugar la división del Imperio a la muerte de Teodosio en Imperio Romano de Occidente, con Honorio a la cabeza, e Imperio Romano de Oriente, gobernado por Arcadio. Y finalmente, el Imperio Romano de Occidente verá cómo su capital Roma, caerá definitivamente en manos de las ordas bárbaras de Odoacro, siendo Rómulo Augusto emperador, último emperador del Imperio.
Pero Roma no habrá pasado en vano. Es la civilización romana otro de los grandes pilares sobre los que se asienta nuestra Europa actual. La extensión de la cultura romana por todo el imperio, proceso conocido como “romanización”, fue vital: legó una lengua común, base de la cultura europea; legó toda una red de calzadas, como una auténtica infraestructura para el transporte por toda Europa; la base del Derecho actual, como es el Derecho Romano, y toda una corriente de pensamiento en prácticamente todas las áreas del saber, desde la filosofía, la religión, el arte o la literatura.
De algún modo, los griegos desarrollaron el saber, pero fueron los romanos quienes no solo lo asumieron, sino que, además, lo ampliaron y difundieron.
2 comentarios:
Soi tomas no me salen las fotos para comentar Jose Manuel
No sé qué te pasará. A ver si alguien puede copiarlas y te las envía vía messenger o correo electrónico. Ésa puede ser la solución más fácil
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