viernes, 3 de junio de 2011
La España del primer tercio del siglo XX(1ª parte):: el reinado de Alfonso XIII
LA ESPAÑA CONVULSA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX (1898-1930): del turnismo a la Dictadura de Primo de Rivera.
1. CRISIS DEL 98.
En 1902, concluye la regencia de Mª Cristina y Alfonso XIII, tras su mayoría de edad, toma el trono de España, heredando la España en crisis tras el desastre de desastre del 1898 y la pérdida de las últimas colonias del antaño glorioso Imperio colonial español. La pérdida de estas colonias hace despertar al pueblo español, consciente del final de toda una época y se sume en una profunda crisis de identidad nacional.
Comienzan a oírse voces que reclaman una necesaria modernización de España en todos los ámbitos: político (se pretende superar, por ejemplo, el turnismo basado en el fraude electoral), económico (se estima necesaria una reforma que modernice la economía española y la haga más competitiva), social (la conciencia de que la pobreza de la mayoría de la población española es un escollo que impide todo crecimiento y de que es necesario mejorar el sistema educativo).
2. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNOS CONSERVADORES (1902-1910).
Alfonso XIII continuó basando su tarea de gobierno en el turno de pacífico de partidos, en la alternancia entre liberales y conservadores, y marginando al resto de fuerzas políticas (republicanos, nacionalistas, socialistas y anarquistas). Concretamente, en estos primeros años constituyeron gobiernos los conservadores Silvela-Polavieja y Antonio Maura, fundamentalmente de este último.
España trató de acercarse a las grandes potencias europeas (Francia, Inglaterra y Alemania) y participar en el reparto de África que estaban llevando a cabo. Marruecos se convirtió en el nuevo objetivo colonial español, debido al interés de los militares de recuperar el prestigio perdido y obtener rápidos ascensos y al de los empresarios de explotar las minas de hierro del Rif. Por otra parte a Gran Bretaña le interesaba mantener el equilibrio estratégico en el estrecho de Gibraltar, impidiendo que fuera controlado en exclusiva por Francia.
En 1904 una declaración franco-británica reconocía los intereses españoles en la costa mediterránea de Marruecos. La Conferencia internacional de Algeciras (1906) acordó que Francia y España se repartieran Marruecos: España ocuparía la inhóspita y montañosa región del Rif, donde ya tenía soberanía en Ceuta y Melilla, mientras el sur quedaba bajo protección francesa.
Al principio se intentaron acuerdos diplomáticos con las tribus rifeñas (kabilas) muy belicosas. La ocupación militar comenzó en febrero de 1909, gobernando Maura. El ejército colonial, mal dotado, sufrió muchas bajas en el Barranco del Lobo (1909) . La noticia de la masacre conmocionó a toda España, pero especialmente a Barcelona, lugar de procedencia de la mayoría de los cerca de mil hombres muertos en el desigual encuentro bélico y donde se desarrolló una violenta insurrección: el levantamiento popular conocido como Semana Trágica de Barcelona. El ejército será el encargado de reprimir tan violentamente la revuelta, que Maura se verá obligado a dimitir, dando lugar a la formación de un gobierno liberal liderado por José Canalejas (1910).
3. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNO LIBERAL (1910-1913).
Con Canalejas se abría la posibilidad de que las tesis del Regeneracionismo diesen sus frutos. Se depositaban en él esperanzas en cuanto a los cambios que pudieran realizarse en distintos ámbitos de la vida nacional. Los liberales comienzan a realizar algunas reformas que se toparán con un escollo imprevisto: el asesinato de Canalejas a manos de los anarquistas en 1912, con el que se abrirá un periodo de gran inestabilidad que conducirá de nuevo a los conservadores al poder en 1913. El asesinato del Jefe de Gobierno no hace sino confirmar hasta qué punto nos encontramos en una España cada vez más convulsa.
4. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNO CONSERVADOR (1913-1917).
El gobierno autoritario del conservador Eduardo Dato no pudo hacer frente a los problemas crecientes:
• El descontento social genera amplios movimientos de protesta
• Los grupos políticos se oponen frontalmente al autoritarismo
• Los militares se enfrentan a la política del gobierno
• Los sindicatos convocan una huelga general para derrocar al gobierno
5. 1917-1923: TIEMPOS DE CRISIS.
La situación hizo necesaria la formación de gobiernos de concentración, integrados por liberales, conservadores y nacionalistas catalanes.
Pero la situación era cada vez más insostenible:
• Los sindicatos (UGY y CNT) iban aumentando su poder y daban cobertura a una fuerte conflictividad social, especialmente en el campo andaluz y las áreas industriales de Barcelona, en un enfrentamiento violento a la patronal y a los grupos políticos más conservadores. Los sectores más radicales del PSOE crean el PCE (Partido Comunista de España).
• Se sufre una estrepitosa derrota en Annual (Protectorado del Rif –Marruecos-).
Con todo esto, el miedo a una revolución social aparece en España, ya que concurren todos los ingredientes necesarios para ello: la pobreza de gran parte de la población, el descontento y la frustración nacional por las derrotas militares, la convulsión social permanente hostigada por grupos que cada vez tienen más poder, como es el caso de los anarquistas de la CNT, que ponen de manifiesto que los extremismos están creciendo en España de forma peligrosa. En todo este escenario, los ecos de la revolución bolchevique auguran un futuro más que incierto: se teme que pueda reproducirse en España. El riesgo es real.
6. LA DICTADURA DEL GENERAL PRIMO DE RIVERA (1923-1930).
Así, con el consentimiento de Alfonso XIII se produce un fenómeno similar a la Italia del momento. Por temor a la revolución social, el rey consiente el golpe de Estado del general Primo de Rivera. En un primer momento, hasta los partidos políticos consienten la dictadura, sabedores de que era necesario recuperar el orden. Pero este consentimiento iba ligado exclusivamente a la resolución de los problemas que aquejaban a España, es decir, se entendía la dictadura como una medida provisional.
En los primeros años una coyuntura económica favorable y las victorias en la guerra de Marruecos permiten la permanencia de Primo de Rivera en el poder. Pero a partir de 1929, la situación económica cambia, las repercusiones de la crisis internacional comienzan a hacer estragos en España y el régimen se resiente.
La oposición al régimen aumentó considerablemente, hasta el punto de que Primo de Rivera se verá obligado a dimitir en enero de 1930. Entonces, Alfonso XIII encargará al general Berenguer la preparación de unas nuevas elecciones, que sirvieran para volver a la legalidad constitucional.
Pero la institución de la corona estaba tocada de muerte: una monarquía parlamentaria había mostrado una clara connivencia con una dictadura, de tal manera que había ligado a ella su futuro. Así, el fracaso de la dictadura, era el fracaso de la propia monarquía. Las elecciones tendrán lugar en abril de 1931 y supondrán el triunfo de la coalición de republicanos y socialistas, es decir, de los firmantes del Pacto de San Sebastián, firmado poco antes, pacto antimonárquico que pretendía expulsar al rey.
Las elecciones, aun siendo simplemente municipales, se entendieron como un plebiscito sobre la forma de Estado. Al vencer los partidos prorrepublicanos en las principales capitales de provincia, las gentes se manifestaron en las calles. Alfonso XIII, falto de apoyos, se verá obligado a abdicar. Será el final de la monarquía y el comienzo de la Segunda República.
1. CRISIS DEL 98.
En 1902, concluye la regencia de Mª Cristina y Alfonso XIII, tras su mayoría de edad, toma el trono de España, heredando la España en crisis tras el desastre de desastre del 1898 y la pérdida de las últimas colonias del antaño glorioso Imperio colonial español. La pérdida de estas colonias hace despertar al pueblo español, consciente del final de toda una época y se sume en una profunda crisis de identidad nacional.
Comienzan a oírse voces que reclaman una necesaria modernización de España en todos los ámbitos: político (se pretende superar, por ejemplo, el turnismo basado en el fraude electoral), económico (se estima necesaria una reforma que modernice la economía española y la haga más competitiva), social (la conciencia de que la pobreza de la mayoría de la población española es un escollo que impide todo crecimiento y de que es necesario mejorar el sistema educativo).
2. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNOS CONSERVADORES (1902-1910).
Alfonso XIII continuó basando su tarea de gobierno en el turno de pacífico de partidos, en la alternancia entre liberales y conservadores, y marginando al resto de fuerzas políticas (republicanos, nacionalistas, socialistas y anarquistas). Concretamente, en estos primeros años constituyeron gobiernos los conservadores Silvela-Polavieja y Antonio Maura, fundamentalmente de este último.
España trató de acercarse a las grandes potencias europeas (Francia, Inglaterra y Alemania) y participar en el reparto de África que estaban llevando a cabo. Marruecos se convirtió en el nuevo objetivo colonial español, debido al interés de los militares de recuperar el prestigio perdido y obtener rápidos ascensos y al de los empresarios de explotar las minas de hierro del Rif. Por otra parte a Gran Bretaña le interesaba mantener el equilibrio estratégico en el estrecho de Gibraltar, impidiendo que fuera controlado en exclusiva por Francia.
En 1904 una declaración franco-británica reconocía los intereses españoles en la costa mediterránea de Marruecos. La Conferencia internacional de Algeciras (1906) acordó que Francia y España se repartieran Marruecos: España ocuparía la inhóspita y montañosa región del Rif, donde ya tenía soberanía en Ceuta y Melilla, mientras el sur quedaba bajo protección francesa.
Al principio se intentaron acuerdos diplomáticos con las tribus rifeñas (kabilas) muy belicosas. La ocupación militar comenzó en febrero de 1909, gobernando Maura. El ejército colonial, mal dotado, sufrió muchas bajas en el Barranco del Lobo (1909) . La noticia de la masacre conmocionó a toda España, pero especialmente a Barcelona, lugar de procedencia de la mayoría de los cerca de mil hombres muertos en el desigual encuentro bélico y donde se desarrolló una violenta insurrección: el levantamiento popular conocido como Semana Trágica de Barcelona. El ejército será el encargado de reprimir tan violentamente la revuelta, que Maura se verá obligado a dimitir, dando lugar a la formación de un gobierno liberal liderado por José Canalejas (1910).
3. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNO LIBERAL (1910-1913).
Con Canalejas se abría la posibilidad de que las tesis del Regeneracionismo diesen sus frutos. Se depositaban en él esperanzas en cuanto a los cambios que pudieran realizarse en distintos ámbitos de la vida nacional. Los liberales comienzan a realizar algunas reformas que se toparán con un escollo imprevisto: el asesinato de Canalejas a manos de los anarquistas en 1912, con el que se abrirá un periodo de gran inestabilidad que conducirá de nuevo a los conservadores al poder en 1913. El asesinato del Jefe de Gobierno no hace sino confirmar hasta qué punto nos encontramos en una España cada vez más convulsa.
4. TAREAS DE GOBIERNO: GOBIERNO CONSERVADOR (1913-1917).
El gobierno autoritario del conservador Eduardo Dato no pudo hacer frente a los problemas crecientes:
• El descontento social genera amplios movimientos de protesta
• Los grupos políticos se oponen frontalmente al autoritarismo
• Los militares se enfrentan a la política del gobierno
• Los sindicatos convocan una huelga general para derrocar al gobierno
5. 1917-1923: TIEMPOS DE CRISIS.
La situación hizo necesaria la formación de gobiernos de concentración, integrados por liberales, conservadores y nacionalistas catalanes.
Pero la situación era cada vez más insostenible:
• Los sindicatos (UGY y CNT) iban aumentando su poder y daban cobertura a una fuerte conflictividad social, especialmente en el campo andaluz y las áreas industriales de Barcelona, en un enfrentamiento violento a la patronal y a los grupos políticos más conservadores. Los sectores más radicales del PSOE crean el PCE (Partido Comunista de España).
• Se sufre una estrepitosa derrota en Annual (Protectorado del Rif –Marruecos-).
Con todo esto, el miedo a una revolución social aparece en España, ya que concurren todos los ingredientes necesarios para ello: la pobreza de gran parte de la población, el descontento y la frustración nacional por las derrotas militares, la convulsión social permanente hostigada por grupos que cada vez tienen más poder, como es el caso de los anarquistas de la CNT, que ponen de manifiesto que los extremismos están creciendo en España de forma peligrosa. En todo este escenario, los ecos de la revolución bolchevique auguran un futuro más que incierto: se teme que pueda reproducirse en España. El riesgo es real.
6. LA DICTADURA DEL GENERAL PRIMO DE RIVERA (1923-1930).
Así, con el consentimiento de Alfonso XIII se produce un fenómeno similar a la Italia del momento. Por temor a la revolución social, el rey consiente el golpe de Estado del general Primo de Rivera. En un primer momento, hasta los partidos políticos consienten la dictadura, sabedores de que era necesario recuperar el orden. Pero este consentimiento iba ligado exclusivamente a la resolución de los problemas que aquejaban a España, es decir, se entendía la dictadura como una medida provisional.
En los primeros años una coyuntura económica favorable y las victorias en la guerra de Marruecos permiten la permanencia de Primo de Rivera en el poder. Pero a partir de 1929, la situación económica cambia, las repercusiones de la crisis internacional comienzan a hacer estragos en España y el régimen se resiente.
La oposición al régimen aumentó considerablemente, hasta el punto de que Primo de Rivera se verá obligado a dimitir en enero de 1930. Entonces, Alfonso XIII encargará al general Berenguer la preparación de unas nuevas elecciones, que sirvieran para volver a la legalidad constitucional.
Pero la institución de la corona estaba tocada de muerte: una monarquía parlamentaria había mostrado una clara connivencia con una dictadura, de tal manera que había ligado a ella su futuro. Así, el fracaso de la dictadura, era el fracaso de la propia monarquía. Las elecciones tendrán lugar en abril de 1931 y supondrán el triunfo de la coalición de republicanos y socialistas, es decir, de los firmantes del Pacto de San Sebastián, firmado poco antes, pacto antimonárquico que pretendía expulsar al rey.
Las elecciones, aun siendo simplemente municipales, se entendieron como un plebiscito sobre la forma de Estado. Al vencer los partidos prorrepublicanos en las principales capitales de provincia, las gentes se manifestaron en las calles. Alfonso XIII, falto de apoyos, se verá obligado a abdicar. Será el final de la monarquía y el comienzo de la Segunda República.
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