¿Has estado en la Capilla Sixtina? Pincha en la imagen y date una vueltecita sin aglomeraciones...

Nueva página de Selectividad para Historia del Arte.

Se ha renovado la página de Selectividad de Historia del Arte de nuestra web. Actualizada a día de hoy con todas las orientaciones necesarias para la Selectividad de este año 2021.

Roma'2020. Parece mentira.... ¿Repetimos?

Roma'2020. Parece mentira.... ¿Repetimos?

Calificaciones aquí en el blog.

El poner las notas aquí en el blog viene para dar respuesta a dos necesidades: la primera que el alumno tenga su nota cuanto antes (no solo es de agradecer, sino que, además, hace que la nota sea verdaderamente útil); y la segunda para que los padres, sin duda, también sepan, lo antes posible y a tiempo, cómo marchan sus hijos.

Es por esto que se ruega que no se hagan circular por otros lugares y otros modos para evitar que se saquen de contexto.

No obstante, si alguna familia tiene problemas con conocer las notas de su hijo por anticipado aquí en el blog, no tiene más que hacérmelo saber.

lunes, 16 de marzo de 2020

Día 3. Lunes 16 de marzo.


Día 3. Lunes, 16 de marzo.

Hoy ha sido un lunes diferente. Y vaya si ha sido diferente. Quien más y quien menos, cuando el viernes se suspendieron las clases y cuando después se fue imponiendo a muchos el teletrabajo, pensó que esto tenía su parte buena. Bueno, incluso hubo quien fue más allá: como esto no era para tanto, no ir a estudiar o trabajar era poco menos que un chollazo.

Ojú. En qué poco tiempo se ha desmontado todo, qué poco dura la alegría en casa del pobre: quién nos iba a decir que los chavales echarían de menos sus clases y que los mayores añorarían sus trabajos (a sus jefes todavía no; pero al tiempo…).
Y cómo tenemos el estómago. Qué asco. A ver, lo que está claro es que no se puede estar todo el día comiendo chocolate, chucherías y frutos secos, porque el coronavirus no acabará con nosotros, pero no vamos a dar abasto para ir a por Almax a la farmacia. Que llega la hora de la cena y cuesta hasta trabajito.

Y qué me dices del teletrabajo: ojú que estrés. Es que no tiene fin, es que es peor que estar en clase o en la oficina. Además como nos ha dado por la responsabilidad, es que le da cosa a uno hasta de levantarse a orinar. No se acaba nunca.

Y luego está lo de que íbamos a tener tiempo para todo. ¿Que íbamos a estar tranquilitos en casa? ¡Pero si esto es un estrés! Hemos desempolvado libros, hemos empezado a ver las series del Netflix (¿alguien no se ha suscrito ya en el fin de semana atosigado por sus hijos como si no hubiera un mañana?), hemos sacado los juegos de mesa del altillo,… Otra vez ha pasado lo mismo: se pega uno corriendo todo el día y no hay manera de hacer todo lo que uno quería. ¡Que no! ¡Que no hay tiempo para tanto!

Pero, también ha tenido sus cosas buenas. Hay que ver lo bien que nos cae ahora el vecindario. Con qué ilusión esperamos a que llegue la noche para salir a las ventanas y terrazas y verlos allí.  Y mira que alguno caía mal. Pero los vemos con otros ojos: nos enternece verlos allí encerraditos. Y chillamos y aplaudimos con ellos y nos reímos. Un minutito o dos nada más, pero qué bien nos caen ahora.

En fin. Qué sé yo. Después de tres días, tres son las cosas que empiezo a tener claras tres: que  de ésta no queda una chapuza por arreglar en casa, que habrá que ir inventando otra cosa porque se hace largo el día para salir a liarla con todo el vecindario a aplaudir y jalear por las ventanas. Y, para terminar, que ese negocio que siempre nos parecía triste, de dependientes aburridos y que nos sonaba a cosa antigua de abuelas, ése ha triunfado. Esos señores eran unos visionarios y cuando esto acabe, en el verano… ¡Vaya vacaciones que se van a pegar los tíos de las tintorerías!

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