domingo, 19 de abril de 2009
Romanticismo. Nociones básicas sobre su contexto histórico.
Es el primero de los estilos artísticos propios del XIX. Se vive en una Europa convulsa: es un momento de cambio. En lo político es el momento de las revoluciones. Con la Revolución Francesa (1789) surgen los grandes movimientos de la primera mitad del XIX: las revoluciones de 1820, 1830 y 1848, en las que los hombres defenderán los principios de libertad e igualdad, con los que se irá dando fin a un mundo que, hasta el momento, había estado dominado por la desigualdad y los privilegios de unos cuantos.
Igualmente estallarán los nacionalismos que buscarán el que cada nación consiga formar un estado independiente.
Todo ello tendrá su reflejo en un nuevo estilo artístico: el romanticismo. Un estilo que irrumpe en medio del neoclasicismo reinante oponiéndose a sus principios: todo se torna reivindicación, cambio, dinamismo, movimientos,… Allí donde el neoclásico buscaba la belleza ideal, el romanticismo es el reflejo de la búsqueda de los grandes ideales.
Se trata de un arte sumamente expresivo, ágil, imaginativo, brillante, dinámico,…
Es un momento en el que destacan otros dos hechos fundamentales: la mirada hacia el propio pasado nacional y los descubrimientos geográficos.
En efecto, es un momento en el que, debido al auge del nacionalismo, cada nación mira a su pasado intentando forjar y reforzar su propia identidad. Por ello, se mirará a lo medieval. Esto tendrá un especial reflejo, en especial, en la conocida como arquitectura historicista, los neos.
Por otra parte, los descubrimientos geográficos harán mirar hacia otras culturas y civilizaciones lejanas, comenzando una cierta admiración por lo oriental, por lo desconocido, fomentándose la curiosidad por lo lejano.
Igualmente estallarán los nacionalismos que buscarán el que cada nación consiga formar un estado independiente.
Todo ello tendrá su reflejo en un nuevo estilo artístico: el romanticismo. Un estilo que irrumpe en medio del neoclasicismo reinante oponiéndose a sus principios: todo se torna reivindicación, cambio, dinamismo, movimientos,… Allí donde el neoclásico buscaba la belleza ideal, el romanticismo es el reflejo de la búsqueda de los grandes ideales.
Se trata de un arte sumamente expresivo, ágil, imaginativo, brillante, dinámico,…
Es un momento en el que destacan otros dos hechos fundamentales: la mirada hacia el propio pasado nacional y los descubrimientos geográficos.
En efecto, es un momento en el que, debido al auge del nacionalismo, cada nación mira a su pasado intentando forjar y reforzar su propia identidad. Por ello, se mirará a lo medieval. Esto tendrá un especial reflejo, en especial, en la conocida como arquitectura historicista, los neos.
Por otra parte, los descubrimientos geográficos harán mirar hacia otras culturas y civilizaciones lejanas, comenzando una cierta admiración por lo oriental, por lo desconocido, fomentándose la curiosidad por lo lejano.
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